sábado, 8 de octubre de 2011

Yo me embaracé y no te lo conté.

Si yo no hubiera tomado aquella cobarde decisión, vos habrías tenido la posibilidad de conocer a al menos uno de tus nietos.
Quizás no habrías muerto tan joven, porque se te hubiera abierto un mundo nuevo, el del abuelazgo.
Te oculté algo importante y no me perdono el que te hayas ido de esta Tierra sin mi confesión.
Estoy segura de que no habrías permitido que yo no diera a luz ese ser, tanta era tu nobleza...