domingo, 12 de agosto de 2007

No me pegues más!


No.
Ya no me pegues.
¿No ves que me duele?


No estoy hablando
de pegar con las manos.
Eso, no.
(No lo harías nunca
porque quedarían marcas
y vos siempre tenés

mucho "cuidado").

Hablo de pegar
con las palabras,
los silencios,
las actitudes...

¡Ay, cómo duele!

Por favor, ya no me pegues.
Se transforma en kilos,
miedo, espanto.
Ya no.
Por favor.

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