lunes, 24 de marzo de 2008

Mi marido es malo.

Antes que ser divorciada,
prefiero mil millones de veces más ser viuda.
O viuda o casada, no concibo otra cosa.

¿Cuánto falta? ¿Cuánto falta para vivir en paz?
Nunca pedí felicidad, nunca supliqué que me amen,
que me registren, que me cuiden, que me halaguen,
que me acaricien...
Estoy dispuesta a que eso no pase,
de hecho eso no sucede ya hace mucho tiempo.
Pero por favor, quiero transitar tranquila
los días que me queden.
Desatame,
desaprisioname,
desesposame...
¿Es mucho pedir?

¿Dónde estás papá?
¿Por qué no me ayudás?
Tu cuerpo se fue,
¿Pero tu alma también?
Te necesito.
Dondequiera que estés quiero una señal.
Te lo ruego.
Rezo continuamente para que reine la calma en mi hogar,
pero no logro conseguirlo.
No logro conseguirlo, LA PUTA MADRE!
¿Qué hice yo de malo?
¿A quién maté? ¿A quién robé? ¿A quién violé?
¿Por qué siempre soy castigada?
Mi cuerpo es feo.
Mi cerebro, limitado.
Carezco de vocación y de habilidades.
Y lo peor, un marido malo.
Muy malo.
Requetesupermalo.

No hay comentarios: